
Una teoría es un conjunto de definiciones que una persona señala sobre algo en especial, en donde propone diversas relaciones, o diferentes puntos de vista, que llegan a explicar algo, predecir fenómenos y hechos en un campo de trabajo de investigación.
De allí es de donde nace la argumentación teórica, que fue denominada y conocida como la retórica en Grecia.
Era entendida como la técnica para expresarse de manera adecuada para lograra el convencimiento del destinatario. La retórica se inventó en Siracusa hacia la primera mitad del siglo V a.C .

Muy diferente de lo que hoy en día vivimos, ya que ahora, más allá de que podamos convencer a la otra persona de nuestros puntos de vista, tenemos que tener un mayor grado de argumentación junto con un amplio conocimiento sobre algún tema.

Esta retórica psicológica (Conductora de almas) que se había originado en aquel tiempo fue desarrollada sobre todo por los seguidores de Pitágoras – por Empédocles de Agrigento, según Aristóteles.

Sin embargo, podemos destacar que aquella antigua época fue caracterizada por el pensamiento de estos filósofos, que fueron capaces de ir más allá de las cosas, para responder sus repetitivas dudas que iban resaltando a medida que encontraban sus respuestas.
El foco de atención se situó en importantes personas que de alguna u otra forma fueron un aporte para la sociedad, como por ejemplo lo fue Aristóteles, que fue reconocido como el padre de la Argumentación , y que en base a él, se creó la retórica Aristotélica que dominó por sobre todas las cosas durante esa época.
Desde aquel periodo hasta la actualidad, la argumentación a sido un elemento clave para la sociedad, ya que el objetivo es volver al sentido originario que tuvo en la antigüedad: arte de disuadir y / o persuadir con razones. En otras palabras pensar en voz alta con la fuerza de los argumentos para así llegar a los acuerdos con el otro o con los otros.